El próximo sábado 6 de Junio se llevara a cabo la fastuosa entrada del Gran Poder o mejor dicho la entrada de la Gran Chupa, pues para mi parecer es solo un pretexto mas para dedicar el día a la bebida, mi observación es debido al gran costo de dicha entrada… cuanto gastaran la verdad… dicen ellos no nos importa, bueno seguro les importa a los hijos abandonados de los accionistas mineros, a la esposa golpeada del burgués de la Eloy Salmón, al hermano metido en deudas del Carnicero(a) de la esquina, pues para bailar estos señores no miden nada y para luego tomar en demasía tampoco, además que toman en plena calzada y terminan haciendo sus necesidades en tu puerta, existen peleas, conducen ebrios, no te dejan descansar en paz, y muchas cosas mas que de seguro no son necesarias enumerar..
Volviendo a la farra que se echan estos señores, no olvidemos el daño que causan al centro paceño destruyendo las jardineras y cualquier cosa que se pueda romper, y de seguro ese día los frutillas no saldrán a decir a nadie “señor esta destruyendo las jardineras”, a nadie le importa mientras usen el pretexto de “Devoción y Folklore”, claro señores de la Eloy Salmón, Uyustus, 16 de Julio, ropavejeros, importadores, y quien sabe que mercaderes mas, tomen y derrochen y mañana marchen por la Mariscal Santa Cruz pidiendo limosna al gobierno, préstense del banco por devoción y folklore, y mañana dejen a su familia en la calle y sin comer por solo unas semanas de bebida y sexo.
Seguro el señor Fernando Espinosa durante el transcurso de estas semanas estará como valuarte del Gran Poder… diciendo que la cultura, que el folklore, que la devoción, que montón de estupideces mas, gran tonto oportunista que hace diez años ni a dos metros se acercaría a esos comerciantes, todavía recuerdo las barbaridades que decía: “¿por que no hacemos criaderos de quirquinchos y exportamos matracas?”, ¿por que mejor no lo abrimos a el y lo disecamos y de paso lo exportamos?, espero que algún día toda esta gente recapacite y entienda que esas cosas no son importantes, recuerdo bien a la señora carnicera que para bailar por devoción se endeudo y a los tres meses sin refrigerador se quedo… al accionista minero de la Buenos Aires que para bailar en la Plana Mayor se presto y a sus hijos con hambre dejo, al zapatero de la esquina que su dinero derrocho y sin comida a sus hijos dejo.
Alguien me dijo y a ti que te importa que se endeuden, que derrochen su dinero, que pierdan sus hogares… y yo les respondo que me importan los que pagan sin tener culpa, esos niños hambrientos, esas mujeres golpeadas, esa niña que es violada por su primo por que sus padres están borrachos, ese niño que se perdió por la irresponsabilidad de sus padres, todos aquellos que por culpa de “devocion y folklore” tienen un dia gris sin merecerlo.
RSS Feed (xml)
Hundir las rodillas en el piso
